Solidaridad y esfuerzo compartido: la realidad del Hogar de Niños Divina Misericordia de Jesus
Entrevista | Yanina Krüger, revisora de cuentas de la Comisión del Hogar de Niños
En diálogo con Audiodinámica de Radio El Pueblo, Yanina Krüger, revisora de cuentas de la Comisión del Hogar de Niños Divina Misericordia de Jesús, compartió la situación actual de la institución, el trabajo cotidiano con los niños y las necesidades que enfrentan para sostener su funcionamiento.
Una gran familia con muchos desafíos
En el hogar actualmente viven 12 niños y niñas, desde los 4 hasta los 16 años.
“Es como en cualquier familia —explica Krüger—: los chicos se pelean, se amigan, se abrazan. Solo que acá somos una familia numerosa, con distintas edades y realidades.”
El hogar se mantiene gracias al aporte mensual de la Municipalidad, la colaboración de socios a través de la factura de la cooperativa eléctrica, y donaciones particulares. Sin embargo, el apoyo provincial, que consiste en una cápita por cada niño, acumula cuatro meses de retraso, lo que genera serias dificultades económicas.
“Esa parte es la más complicada, porque representa un monto importante. Estamos haciendo todo lo posible para sostener el hogar mientras esperamos esos fondos”, señaló.
Campañas solidarias y apoyo de la comunidad
Frente a la falta de recursos, la comisión y los vecinos impulsan campañas solidarias para reunir alimentos, artículos de limpieza y elementos de higiene personal.
Actualmente, el gimnasio Cuerpo y Alma dispone de una caja para recibir donaciones.
“Todo lo que una casa necesita, el hogar también —detalla Krüger—. Desde productos de limpieza, toallas y sábanas, hasta desodorantes o toallitas femeninas. Tenemos adolescentes, y eso también implica gastos que muchas veces salen de nuestros propios bolsillos.”
Además, muchas personas se acercan directamente al hogar para donar frutas y verduras frescas, fundamentales en la alimentación diaria de los chicos.
Ideas que inspiran
Krüger destacó la creatividad de quienes buscan colaborar de distintas formas:
“Hay personas que festejan su cumpleaños y, en lugar de regalos, piden donaciones para el hogar. Cada granito de arena nos ayuda y nos llena de alegría.”
Las ferias de ropa también se convirtieron en una herramienta clave: con lo recaudado se cubre el traslado diario de los niños a la escuela, ya que la combi municipal no siempre está disponible.
“Cuando tenemos que usar remises, el gasto se dispara. Por eso organizamos ferias y otras actividades para cubrir esos costos.”
Cómo colaborar
Las donaciones se pueden entregar directamente en el Hogar de Niños Divina Misericordia de Jesús, o acercarlas a los integrantes de la comisión.
Quienes prefieran colaborar de manera económica pueden hacerlo mediante transferencias al alias:
hogar.ninos.mcarlo
(a nombre del Hogar de Niños Divina Misericordia de Jesús).
También se reciben útiles escolares, ropa, toallas, sábanas y todo aquello que una familia utiliza cotidianamente.
“A veces algo que tenemos de más en casa puede ser de gran ayuda para ellos. Todo suma y todo llega”, expresó Krüger.
Más que un lugar, un hogar
El testimonio de Yanina deja entrever una historia de compromiso y ternura cotidiana.
“Los chicos nos llaman tía o tío. A veces vienen y te dicen: ‘sentí mi perfume nuevo’. Esas pequeñas cosas te llenan el alma. Son gestos que muestran cuánto valoran lo que reciben y lo bien que les hace sentirse cuidados.”
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