La psicología y el desafío de las adicciones en Montecarlo
Entrevista | Jonathan Rosch, psicólogo
En diálogo con Audiodinámica de Radio El Pueblo, el psicólogo Jonathan “Johnny” Rosch reflexionó sobre el rol actual de la psicología, los cambios en la mirada social hacia la salud mental y el trabajo que se viene realizando en Montecarlo frente a la creciente problemática de las adicciones.
De estigma a cuidado de la salud
Rosch destacó que aún persisten prejuicios hacia la psicología, aunque cada vez más personas se animan a dar el paso de iniciar un proceso terapéutico.
“Muchas veces se sigue escuchando que el psicólogo es para locos, cuando en realidad acudir a una consulta es un signo de buena salud. Es la posibilidad de identificar que algo de la dinámica familiar o social debe cambiar, y eso habla de cuidado y no de locura”, señaló.
EMAPA: un espacio para prevenir y acompañar
Desde hace casi dos años, Montecarlo cuenta con la Dirección de Prevención y Abordaje de Adicciones, donde Rosch forma parte del equipo. Allí se creó el Espacio Municipal para el Abordaje y Prevención de Adicciones (EMAPA), que pronto será inaugurado oficialmente.
El lugar funciona con un equipo interdisciplinario integrado por trabajadores sociales, acompañantes terapéuticos y la directora Rosana Esquivel.
“No buscamos funcionar como un centro de internación ni como un depositario de personas, sino como un espacio de acompañamiento y compromiso. Nadie puede salir solo de una situación de consumo: se necesita del entorno familiar y comunitario”, explicó Rosch.
El consumo en jóvenes y adultos
El psicólogo subrayó que si bien los casos más visibles se dan entre jóvenes, las adicciones atraviesan todas las edades y no se limitan únicamente al consumo de sustancias.
“Etimológicamente, adicción significa no poder decir. Nosotros trabajamos desde esa perspectiva: no es solo una droga, también puede ser al trabajo, a una relación dañina o al alcohol. En los jóvenes se ve más el consumo de crack, pedra o cocaína, sustancias baratas y altamente destructivas. Pero también abordamos casos en adultos”, puntualizó.
Nuevas estrategias: de la huerta a la panadería
Una de las novedades del EMAPA es el impulso de proyectos comunitarios que buscan dar a las personas en tratamiento un rol activo y herramientas de reinserción.
En los últimos meses surgieron propuestas como una huerta comunitaria y un espacio de panadería, donde los participantes producen chipitas, panes y dulces.
“Son actividades que generan responsabilidad, rutina y hasta una salida económica. No se trata solo de dejar el consumo, sino de reconstruir la vida cotidiana”, explicó Rosch.
La importancia del compromiso
Más allá del trabajo profesional, Rosch enfatizó que el factor decisivo es el compromiso humano:
“No cobramos un sueldo específico por este trabajo, pero sin verdadera voluntad de ayudar es imposible. Cada caso es único y requiere un abordaje distinto, pero lo esencial es que la persona sepa que no está sola”.
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