Editorial | El ausente de Las Bromelias
Por Pepe Levy
En política, se sabe: la imagen es tan importante como la gestión. El candidato que promete, el funcionario que representa, el vecino que espera. La política partidaria y la función pública se cruzan en ese delicado punto en el que un gesto vale más que mil discursos.
Lo sucedido el pasado fin de semana en Tarumá deja entrever hasta qué punto algunos dirigentes parecen no comprenderlo. Mientras en Montecarlo las autoridades municipales se multiplican en fiestas barriales —fiesta de la empanada, de la primavera, del locro, del chipa, del choripán, del artesano, de los pescadores, del tarefero y tantas más— en Caraguatay ocurrió algo difícil de justificar: la ausencia del intendente en la Fiesta de la Bromelia, un evento que, con esfuerzo de vecinos y organizaciones, logró visibilidad incluso a nivel provincial.
No solo el intendente Mario Peyer no estuvo presente, sino que además alegó no haber sido invitado, como si la autoridad máxima de un municipio necesitara invitación formal para asistir a la celebración de su propia comunidad. El gesto, agravado por la ausencia total de funcionarios municipales, fue leído como una señal de desdén hacia una iniciativa que debería haber contado con su respaldo pleno.
El intendente podrá mostrar caminos arreglados —mérito indiscutible— pero gobernar no se agota en la obra pública. Gobernar también es construir comunidad, acompañar procesos, celebrar con la gente. En esas fiestas populares donde vecinos se encuentran, intercambian y refuerzan lazos, también se forja la legitimidad de un dirigente.
La Fiesta de la Bromelia nació con fuerza y con futuro. Pero para consolidarse necesitará del compromiso de todos, empezando por quien fue elegido para representar y fortalecer la identidad de su pueblo. Porque cuando un intendente da la espalda a su comunidad, no se trata solo de una ausencia circunstancial: es una falta de empatía, de visión y de política.
Ojalá recapacite. Porque la política no es “moco de pavo”: exige presencia, compromiso y, sobre todo, cercanía con la gente.
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